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AMAZIGH: EL PUEBLO OLVIDADO DE MELILLA

Imagen: Actuales territorios de los Imazighen.

Breve homenaje al pueblo Amazigh, y su lucha por ser protector (y no poseedor) de las tierras del norte africano. Pueblo rebelde con una cultura propia y que merece, como cualquier pueblo de este mundo, respeto para florecer libremente.


Hoy, jueves 20 de agosto, se celebra el año nuevo musulmán, ya que es el primer día del Muharram (primer mes del calendario islámico). A esta fiesta se la conoce o bien como Muharram (محرم), o bien como R'as as-Sana, y muchas personas musulmanas aprovechan este día para recordar la vida del profeta Mahoma y su famosa Hegira (migración que hizo a la ciudad de Medina).


Situadas nosotras en la ciudad de Melilla, y sin olvidar que el 46% de la población construye su vida con esta religión, se puede llegar a pensar que el día de hoy será celebrado por toda la comunidad musulmana de la ciudad autónoma. Sin embargo, no es así. Esta fiesta no será celebrada en Melilla, por mucho que nos choque. En realidad, hay muchas cosas que no sabemos de esta ciudad y que son vitales para entender, aunque sea mínimamente, este enclave olvidado por todas.


Melilla, situada a 200 km de la península ibérica (bastante más lejos de lo que nos han hecho creer), es una ciudad perteneciente al imperio español (hoy día Estado español) desde el año 1497. Fue Pedro de Estopiñán, en nombre de los Reyes Católicos, quien conquistó esta ciudad otrora perteneciente al pueblo Amazigh.


Etimológicamente hablando, la primera referencia que se tiene del nombre es la del vocablo fenicio Rusadir. No obstante, con la llegada de los árabes provenientes de Arabia Saudí, esta ciudad pasó a llamarse Mliliat, posible transformación del vocablo Tamlilt, que en la lengua tamazight significa “la blanca”, para más tarde castellanizarse como Melilla. En la historia de su nombre, la ciudad muestra pues, muchos de los elementos que socioculturalmente la conforman (predominan tres: Amazigh, Árabe y Castellano-peninsular).


En cuanto a su situación geográfica, la ciudad autónoma se encuentra en el corazón del Rif del actual Marruecos, en el cual el pueblo que habita es el citado pueblo Amazigh, nombre en cuya lengua, el tamazight, significa literalmente “hombre libre” (esto nos puede dar una idea del sufrimiento que ha soportado este pueblo a lo largo de los siglos). Nosotras, desde nuestra perspectiva occidental, les conocemos con el poco afortunado nombre de “bereber”, aquellos que como los barbaros, hablan “bar-baramente”.


Este pueblo ha habitado todo el norte de África (incluidas las Islas Canarias y sus famosos guanches), y ha tenido, desde tiempo antiquísimos, su propia cultura y religión. Fue, como se ha indicado, con la llegada de los árabes (sobre el año 620 D.C.) cuando todo el norte de África se arabizó, trayendo estos su idioma (árabe) y su religión (islam). Es por este motivo, que el pueblo Amazigh tuvo que adaptarse a la migración árabe, adoptando, algunos de ellos, su idioma y religión. No obstante, otros muchos supieron mantener su cultura hasta nuestros días.


Es por todo esto, que pese a que muchos Imazighen sean musulmanes, el día de hoy no se celebra en Melilla, por ser esta comunidad musulmana citada (ese 46% de los ciudadanos), Amazigh y no árabe. Además, cualquier Amazigh celebra su fin de año a principios del nuestro, que, aunque variando con la luna, suele ser en enero.


Desde estas líneas, se pretende homenajear a todo el pueblo Amazigh, que ha luchado desde siempre por ser protector (y no poseedor) de estas tierras. Pueblo rebelde que tiene su propia cultura y una lengua ancestral y que merece, como cualquier pueblo de este mundo, respeto para florecer libremente.


Por un mundo en el que quepan todos los mundos.


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