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20 DE DICIEMBRE. DIA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD HUMANA.


No sobreviven las especies más feroces y competitivas. Lo hacen las que cooperan entre sí.

Gana la solidaridad y el apoyo mutuo. Es lo natural.

Es de lo que depende el porvenir de nuestra especie.


Muchxs hemos crecido interiorizando desde primaria los postulados de Darwin y su fórmula de la lucha entre especies por la supervivencia como una verdad irrefutable. En la obra “El apoyo mutuo: un factor en la evolución”, obra de Kropotkin, se aporta otra mirada a lo que algunos pensadores llaman el “malentendido del darwinismo”: No sobreviven las especies más feroces y competitivas. Lo hacen las que cooperan entre sí. Gana la solidaridad y el apoyo mutuo en la naturaleza, y por ende, en las sociedades humanas. Es una tendencia espontánea. Es lo natural. Es de lo que depende el porvenir de nuestra especie.


Una breve sinopsis de esta obra lo resume con claridad:


“En su versión divulgativa, la teoría de la evolución de Darwin suele llegarnos filtrada por la ideología capitalista, que se ha apropiado de ella para justificar científicamente sus presupuestos. Así, la victoria en la famosa «lucha por la vida» ha pasado en el imaginario occidental a ser patrimonio de «los más fuertes». Sin embargo, esta simplificación interesada no figuraba como tal en la teoría de Darwin, que se inclinaba más por la figura de «los más aptos».


«Los más aptos» no tienen por qué ser los más fuertes ni los más individualistas, sino los que mejor se adaptan al entorno. Y las especies que más posibilidades tienen de sobrevivir son aquellas que saben encontrar en la solidaridad la mejor arma para asegurar su devenir. Así aparecen las nociones de «apoyo mutuo» y de «ayuda mutua».

[...] Las especies animales en las que la lucha entre los individuos ha sido reducida al mínimo y en las que la práctica de la ayuda mutua ha alcanzado el máximo desarrollo son, invariablemente, las especies más numerosas, las más florecientes y más aptas para el progreso. [...]


Sacando las conclusiones antropológicas y políticas oportunas, extenderá su razonamiento a la sociedad humana en su conjunto. De esta forma identificará las circunstancias y procesos históricos que demuestran que es a través del apoyo y la ayuda mutua —y no a través de la lucha despiadada de «todos contra todos»—, como las sociedades humanas han podido extenderse y afianzarse, identificando los periodos de mayor expansión de esta idea con aquellos en los que el ser humano ha logrado dar lo mejor de sí mismo como especie y como conjunto de individuos.”


A partir de esta reflexión, en la conmemoración del día internacional de la Solidaridad Humana, desde Solidary Wheels nos animamos plantear la solidaridad no como algo extraordinario o puntual sino como una actitud cotidiana de apoyo recíproco y horizontal. Una invitación a caminar como especie hacia “la naturaleza que somos”.


Sin caridad. Por justicia.


Necesaria ante el espejo de sabernos iguales en un mundo desigual: Tal vez, por puro azar, estemos en lo económico o en lo jurídico del lado de los privilegios. Es toda una oportunidad para usarlos de modo que estemos más cerca de nivelarnos.


Integrada como una forma de estar en el mundo, en cada uno de los días. Al margen de tiempos o de dinero, de estatus o de entidades. Integrada en cada actitud cotidiana que se respira.


Gozada. Por sabernos conectadxs, sostenes y sostenidxs afectuosamente….posiblemente por personas de las que jamás sepamos sus nombres.


Hay quienes lo llaman magia. Otras “aptitud darwiniana”:


“Pero la sociedad, en la humanidad, de ningún modo se ha creado sobre el amor ni tampoco sobre la simpatía. Se ha creado sobre la conciencia -aunque sea instintiva- de la solidaridad humana y de la dependencia recíproca de los hombres. Se ha creado sobre el reconocimiento inconsciente semiconsciente de la fuerza que la práctica común de dependencia estrecha de la felicidad de cada individuo de la felicidad de todos, y sobre los sentimientos de justicia o de equidad, que obligan al individuo a considerar los derechos de cada uno de los otros como iguales a sus propios derechos”.


Piotr Kropotkin, Introducción a El apoyo mutuo.


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